La adaptación continua al cambio constante

¿A que me estoy refiriendo cuando hablo de la adaptación continua al cambio constante? Pues a la tecnología y el futuro

Estamos en una sociedad en la  que, en la mayoría de ocasiones, no nos da tiempo a asimilar un cambio reciente, que llega uno nuevo.  Con la descripción de nuevas tecnologías, no solo hago referencia a los teléfonos móviles que siempre representan  un cambio obvio, sino a otro tipo de tecnología que como gran ejemplo de ello son los patinetes eléctricos entre otros muchos.

Éstos últimos están generando importantes polémicas por cuestiones de normativa y ciudadanía, pero pensando más alla… ¿y qué será en el futuro, cuando se usen patinetes con propulsión de aire, o cuando sea un robot el que nos transporte a lugares sin necesidad de controlarlo nosotros? ¡Ya hay coches que lo hacen! Tendremos que adaptarnos nos guste mas o menos, e incluso, hacernos usuarios de ellos.

¿Cómo nos adaptaremos nosotros a las nuevas formas de pago, comunicación y demás derivados cuando ya no exista el teléfono móvil, sino que todo sea a través de chips insertados en nuestra piel?  Si actualmente, a veces perdemos un poco la paciencia enseñando a nuestros mayores a usar los gadgets… Supondrá un reto… ¡pero nosotros nos ocurrirá lo mismo seguro! Llegara un momento que las tecnologías evolucionarán más rápido que nuestro propio tiempo de aprendizaje.

Quizas lo que lo que estoy comentando y  describiendo queda muy lejos y puede ser que  sea excesivamente fantasioso… Pero ¿quién predijo hace 10 años que la comunicación entre personas iba a dar semejante vuelco con la llegada de nuevas aplicaciones? O incluso, que íbamos a poder disfrutar de una partida de un videojuego con la sensación de estar inmerso en él, y sufrir cada episodio o nivel en nuestras garras, gracias a las gafas de realidad virtual. Quizás en el futuro nosotros seamos los propios avatares. 

Quien diría hace 20 años que las compras online dejarían aparcado el comercio de toda la vida, cambiando completamente las reglas y los usos del mercado. Seguro que no dentro de mucho tiempo, los propios frigoríficos nos harán una lista de la compra en función de nuestros gustos, o incluso, en función de regímenes o prescripciones médicas alimentarias, de forma que mande esa lista directamente al supermercado, y éste nos traiga la compra ha casa sin tener que acercarnos siquiera a hacer la compra.

Por todo ello, vamos a inventar y reinventar, vamos a seguir cambiando y sobre todo, mejorando. Y vamos a tener que adaptarnos. Habrá cosas que nos hagan el día a día más fácil y otras, en cambio, nos saquen de quicio.

Nadie pensó que el hombre llegaría la luna… y no sólo ya se produjo ese hallazgo, sino que se está planteando la búsqueda de que el ser humano se pueda establecer en Marte. Así que dejémonos invadir por un futuro incierto pero de constante cambio. 

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